Vuelve el DĂa Mundial de la Amabilidad, una ocasiĂłn especial para introducir un altruismo saludable en una sociedad que ha dejado de creer en hermosos gestos desinteresados.
DĂa Mundial de la Amabilidad
El 13 de noviembre la consigna es "bondad"! Es en esta fecha en particular, de hecho, que cada año, desde el 2000, se repite Dia mundial de la bondad, aquel en el que realizar un acto de extrema cortesĂa podrĂa convertirse en el comienzo para asumir siempre una actitud positiva y cordial. Llamado en 1997 a travĂ©s de la conferencia "World Kindness Movement" en Tokio e introducido en Italia, como dijimos, hace 15 años, el objetivo de este evento inusual es, como podemos leer en el sitio web oficial de Gentletude, mirar más allá de nosotros mismos, más allá Las fronteras de diferentes paĂses, más allá de nuestras culturas, grupos Ă©tnicos y religiones, dándonos cuenta de que somos ciudadanos del mundo y, como tales, tenemos espacios y presencias para compartir, lugares pĂşblicos para cuidar, animales para proteger, un sistema para preservar y hombres. para dar la bienvenida y mejorar.
La amabilidad, despuĂ©s de todo, como una risa o un bostezo, es contagiosa y libera una sensaciĂłn de bienestar inesperado, para quienes la realizan y para quienes la reciben, que rara vez pasa desapercibida, pero por el contrario provoca una reacciĂłn en cadena extraordinaria difĂcil de parar. Por lo tanto, el 13 de noviembre, y si puedes hacerlo aĂşn más, saca la Pollyanna que hay en ti, dibuja tu mejor sonrisa y dĂ©jate contagiar por este espĂritu al involucrar a tantas personas como sea posible.
ÂżQuĂ© tan difĂcil es ser bueno?
ÂżCĂłmo? Empezar, por ejemplo, desde aquely 5 acciones amables que con demasiada frecuencia nos olvidamos de implementar (los enumeramos a continuaciĂłn) y tenemos en mente una máxima que, más que un consejo, resulta ser una filosofĂa de vida para adoptar y recordar cada dĂa: "Practique la bondad al azar y los actos de belleza sin sentido ".
sonrisa
sonrisa ¡A cualquiera, incluso sin un motivo real! SonrĂe a los que dan paso a la entrada de una oficina o a la puerta del condominio, a los que paran el auto para dejarte cruzar, a la anciana que cruzas en la calle, al cajero del supermercado, al conductor del autobĂşs antes de bajar en tu parada Intenta solo un dĂa ver los efectos extraordinarios de un sonrisa inesperada.
escuchar
Apague la radio en el automĂłvil, el televisor para la cena, los malditos telĂ©fonos celulares y prepárese como un buen interlocutor capaz de escuchar pacientemente quien necesita hablar Y si el tema es el enamoramiento en la escuela, un mal dĂa de trabajo o un novio que se ha ido sin una razĂłn, muestre interĂ©s y comprensiĂłn hacia quiĂ©n tiene frente a usted y quĂ© tiene que decirle; Un dĂa, tal vez, podrĂa ser usted quien necesite una salida y entonces sabrá que habrá alguien listo para devolver la cortesĂa.
dar gracias
A menudo damos muchas, demasiadas cosas por sentado, asĂ que evitamos señalar nuestra gratitud por un gesto que siempre ha sido importante para nosotros. Aprenda, por lo tanto, a enfatizar cuán fundamentales han sido esas acciones y estĂ© explĂcitamente agradecido: agradecer a tu esposo por haber entendido el momento de nerviosismo o por haberte ayudado en un momento de cansancio particular, a tus padres por lo mucho que te han dado en tu camino de crecimiento, a tu amigo por haber sido siempre asĂ, ya todos los que han contribuido, Incluso mĂnimamente, para tu felicidad. Un simple agradecimiento puede acortar distancias y crear relaciones indestructibles.
Estar en solidaridad
Con otras mujeres, para continuar batallas en las que crees; con los que tienen menos que tĂş, porque no todos tienen la suerte de alcanzar sus metas; con los que están solos, porque serĂa demasiado fácil aliarse con los más fuertes. Haz sentir tu presencia, da tu aporte e alentĂł otras personas que te sigan.
Ayuda a los necesitados
No solo ayude a los que piden ayuda en las esquinas, sino tambiĂ©n al nuevo colega que llega a la oficina, al anciano que cruza la calle, a la señora que no llega a la estanterĂa más alta, a la amiga que le pregunta un poco sobre su tiempo. Y todo esto, por supuesto, hacerlo con sonrisa, para que no te parezca una molestia, ni una dificultad tan difĂcil de manejar.