Hay algunas preguntas que un niño nunca querrÃa recibir: aquà hay algunas
Preguntas que no deben hacerse a los hombres.
A continuación se muestra una lista de problemas que dejan a la mayorÃa de los hombres desorientados: como resultado, ¡la respuesta difÃcilmente nos satisfará al 100%!
¿Notan algo diferente en m�
Ante esta pregunta, el hombre promedio comienza a sudar las manos, y generalmente la vÃctima responde a quemarropa "Fuiste a la peluquerÃa". No hace falta engañarse, nunca se dará cuenta Los nuevos zapatos que hemos estado guardando durante meses y los mostramos al menos 20 veces en Internet.
Me haces engordar
Apenas un niño logrará dar a esta pregunta una respuesta que nos satisfaga por completo. El simple "no" obviamente no es suficiente para nosotros, debe ser discutido, y esto generalmente lleva al hombre a atascarse cada vez más en una serie de observaciones torpes e irrelevantes que nos llevarán solo a dudar de nosotros mismos. En resumen, ¿podremos entender por nosotros mismos si un vestido nos da o no?
¿Cómo era tu ex?
La pregunta se puede hacer por curiosidad o por celos, pero más allá de este examen de conciencia, ¿es realmente importante saber la respuesta? Nuestro chico nos eligió conscientemente; no le des una excusa para mirar atrás y hacer comparaciones.
"¿Es bonita?"
... refiriéndose al nuevo colega o compañero de estudios, o al nuevo amigo que se unió a la empresa. Si lo pensamos, la pregunta no es muy inteligente: es libre de encontrar otra mujer atractiva o no, exactamente como lo hacemos nosotros. En cambio, la respuesta, especialmente si es positiva, puede crear inseguridades inútiles o, peor aún, dudas.
"¿Cuántos años me darÃas?"
Aquà hay otra pregunta que causa la sudoración frÃa a la mayorÃa de los hombres, pero, si lo pensamos, también a las mujeres: ¿cómo nos sentirÃamos si nuestro mejor amigo nos hiciera esta pregunta? No sabrÃamos en absoluto qué responder, si no tiramos dos años menos (o más si la persona en cuestión teme parecer una niña pequeña) solo para complacer a nuestro interlocutor, quien él es perfectamente consciente de ello.
"Sabes muy bien lo que tengo, ¿verdad?"
Los niños no pueden leer las mentes y, a menudo, ni siquiera captan señales de que nos parecen muy claros: si estamos enojados con el por una razón a nosotros nos parece obvio, es fácil para él no tener idea de lo que estamos hablando. ¡Mucho más conveniente expresar claramente lo que nos enfurece y sobre todo lo que nos hace felices!
"¿Por qué no me llamas más a menudo?"
O no salimos más a menudo, o no pasamos la noche del sábado solo en compañÃa, o no me has presentado a tus amigos todavÃa... Todas las preguntas sobre el concepto de "tener más" de la relación son insidiosas. Todo el mundo tiene su tiempo en una historia; Si nuestro niño aún no nos ha involucrado completamente en su vida, puede ser por mil razones, más o menos válidas, pero forzar a la mano acusándolo de que no nos retenga no es la mejor manera.